miércoles, 16 de febrero de 2011

Marilyn Pupo declama "A Julia de Burgos"

Marilyn Pupo declama Rompeolas de Julia de Burgos

A la Madre de nuestras rimas... A ella, Julia de Burgos


Hay una mujer en nuestras vidas muy importante, una poeta que es la madre de nuestros versos. Fue ella la que en un tropiezo de nuestros tiempos, se confabuló con el sino y nos conjugó con la misma tinta, nos derramó en el mismo verso.

Esta mujer puertorriqueña, hija legítima de nuestra tierra, vivió bajo unas consignas avasalladoras, fue pionera en muchas guerras. Como poeta fue y es baluarte digno de seguir, estudiar y profundizar. No hay una como ella: Julia de Burgos.

Interesante es que nosotros, Aristarco y yo, la amemos como la amamos cuando le conocemos las nostalgias de sus despechos.

Aristarco la llora, le reclama y aclama, mientras que yo, no me veo refractada en su espejo, pero ambos amamos sus eternales versos, ambos rendimos honor al cuerpo que se desvaneció en el silencio.

Estos dos poemas que presentamos, fueron escritos a destiempos, pues mi amado tuvo el valor de escribirle a Julia mucho antes que yo, fue quien le gritó al viento el dolor de no haber podido besar sus pies y consolar sus desalientos. Yo, escondiéndome tras la cortina de la cobardía, viéndola intocable, nunca antes lo hice, mas hoy, rasgo la cortina y la veo vulnerable.



A Julia
De Aristaco Dávila


Julia…
Un beso tuyo en mi frente me hubiese enseñado tantas cosas.
Hubiese entendido porque el sol me quema los años recorridos,
Porque el alba estrellada se enreda en mis labios
Y hubieses descubierto ante mis ojos
El lugar donde se esconde el alma de mis tantos ríos…
Sin ti…
Sin ti tengo una duda constante acalambrada en mi garganta
Sin ti cargo con la búsqueda de la libertad intransigente,
Con la búsqueda de tu voz,
De tus ensueños…
No se besar el cielo como tú aun lo haces…
Partiste hacia el nacimiento de las brisas que el horizonte esconde.
Julia,
Pecaste contra mí…
Me ocultaste tu llanto.
Sin ti puedo ver como la soledad y el desmayo riñe entre tus parpados.
Conservaste tu tristeza en cautiverio
Solo le dejaste ser
Entre los versos que mas destello derraman…
Pero aun así,
Nunca le cediste su albedrio natural y nunca,
Nunca fuiste capaz de sonreír como quisiste…
Por lo menos ante mi nunca lo hiciste…
Vi llorar tu conciencia sobre tus alas
Y fui situado en tu soledad oculta constantemente…
Escribiste de cuerpos de agua sin principios y eternos
Entre los cuales te desvestías de tu piel
Haciendo de sus corrientes fuego de hombres mudos
Que nunca faltaron a saciarse de tus musas
Y de la falta de falta de alcanzar sus orillas.
Julia mía, mía Julia…
¡Escúchame!
Todavía hoy veo tus golondrinas.
Puedo ver como estos paisajes te seducían cada día…
Por tus manos me llevo hacia tus encuentros con la que hoy
Es también mi tierra…
Por medio de tus palabras puedo sentir que alcanzo
La esencia de tus pies…
Puedo ver como navegaste desalentada por mares de promesas desvividas
Y era dormida que encontrabas redención.
Sé que buscaste en cada hombre imaginado
Remover el llanto de tus crepusculinos años…
Que Clara y su angustia te señalaban tus dos rostros
Cada vez que conversabas con sus páginas
Y cada vez que lo hacías,
Intentaste desprenderte de ti misma.
Pero para cada uno de tus intentos,
Fuiste solo una copa de buen vino
Derramada en el suelo.
No supiste escoger llorar…
Julia,
Por ti es que no se llorar.
Arrancaste la vida de tu pecho y no quisiste verme…
Observa la nostalgia que fundiste sobre mí el día en que nací,
Contempla calladamente la mirada menoscabada y triste que me acompaña perpetua como vicio inmutable,
Mira como la llevo con vehemencia en el rostro que mi padre me talló.
Duerme conmigo sobre esta sábana escarnecedora
Aunque sea solo una noche,
Para que presencies los sueños que me atormentan en tu ausencia.
Quiero que veas cómo me muerden en las mañanas
Todo porque rechazaste hija nena,
Que la vejez te alcanzase
Y descansase eternamente en tus recuerdos.
Ahora Julia de Burgos,
Te lloro con llanto de joven y te grito en pedazos con la garganta de un viejo que la muerte ve venir.
Porque tu musa me entiende,
Pero no tu alma.
Porque quiero decirte que te anhelo con ansias de niño quebrantado
Y no sé cómo decirle a mi corazón que ya no estás.
No sé cómo decirle que un sepulcro te consuela,
Que ahora el abrazo de una tierra disipada te da calor y no tu pueblo,
Aquellos que ruegan serlo…
Si tan solo hubieses hecho proverbio los secretos de tus versos,
El amor de cada letra derramada por tu boca
Y la enardecida devoción que sentías hacia tu odisea…
Tal vez hoy,
Mi vida fuese distinta.
Tal vez amada Julia,
Demandaría que mi vida cayese junto a la tuya sin dudarlo
Y el perfil de tus poemas seria mi bálsamo día tras día.
Pero puede ser
Julia mía y amada Jula,
Que “camine largas noches sobre un dolor estéril,
Abandonado y frágil,
Por todas las orillas,
Ahuecando las horas con mis pasos turbados
Que llevaban mi impulso de caída en caída.”
“y no pude encontrarte por los hondos abismos de errores
Y de herencias que tuvieron mi vida”
Y ahora busco calor en lo apacible que he soñando sean tus brazos.
Imaginando que hablo contigo,
Buscando consolar mi vida
A riendas de tu eterno llanto.


Julia intocable, Julia vulnerable
De Viento Serena


Maldigo la hora en que conocí tu historia
Desde ese momento has sido una estigma en la leyenda mía
Una premisa acusatoria
Que aun cuando no recorrí contigo las calles ni el tranvía
A través de las amarillentas páginas
Fuiste mucho más que matriz
Fuiste compañía

Podría escribir versos rosados en tu nombre
Mas prefiero escribir para ti una elegía
Pues muchos son los versos que por ti siento
Entre admiración pluscuamperfecta
Y la osadía de sentir
Vergüenza y triste pena
Por lo que fuiste
Por lo que fui
Por lo que sufrimos aparte en el tiempo

Vengo ante ti sin velos sobre mi cuerpo
Con el derecho que me otorgan los errores cometidos
El dolor y los olvidos
Para poder hablar frente a tu espejo
Observando mi esencia refractada
En los pedazos del espejismo de tu sufrimiento
Partiendo de la premisa que fuimos ambas Magdalenas
Por decisión o por sino
Recorrimos en sendas distantes
La misma estéril y solariega vereda

Pude haberte escrito otros versos
Donde las margaritas y libélulas
Adornaran tu espeso cabello
Donde ofrendara perlas a tus piernas
Y calzara tus arcos con lágrimas violetas
Mas el grito de desilusión que me sale del pecho
Se arraiga a mis venas
Envenenando con amor mi esencia
Haciéndome tragar de tu sepulcro la tierra
Y la nostalgia malsana de la piel de tu quimera

Quisiera entenderte
Mas en este instante no logro comprender tus entuertos
¿Cómo es posible que pudieses entregar tus deseos en los papeles del despreciado despecho
Enfrascando tu mirada altiva en el naufragio de una costumbre maldita y cautiva?

Te cantaste libre de prejuicio
En los cauces del río del hastío
Dijiste ser Julia frente a Julia
Desnuda de elitismo y clasista utopía
Para luego terminar fría y seca
Muerta en agonía
Caminando en el destierro
Huyendo a la realidad de tus días

¿De qué me sirven tus líneas ahora?
¿Para qué seguir versando esta elegía?
¿Seré yo quien a la postre de la vida
Me vea atrapada en la verdad de estas rimas?
Se sincera conmigo de una vez y por todas
¿De qué te sirvió escribir tus proezas ajenas
Para luego morir atragantada con la hiel de tu hipocresía ciega?

¿Intocable?
Así te estuve viendo desde lo lejos
En esos de madera mis estantes
Por mucho tiempo estuve escondiendo este sentimiento
Tratando de ocultar el desierto que causabas con tus mentiras a mis huesos
Por temor a mancillarte frente a aquellos que una vez te lapidaron frente a la consigna
Con miedo a ofender la memoria de tu arte
El nuestro
Tan mío

Mas él
Ese al que haces sangrar sobre las aguas del papel
Ese que se derrama de nostalgias
Pues no le permitiste tatuar su amor en tus pies
Me mostró que puedo amarte
Admirarte como lo hago
Aunque conozca la vulnerabilidad
De la cruda verdad de tu ser
Me enseñó a coronarte poeta
Aunque quiera encadenar a la mujer
Mostrándome la ventana de tu espalda
Para que me percatara de lo que en tus baúles escondías
A la faz clara de la alborada

No, no, no
Para nada me arrepiento del amor que por ti siento
No estoy juzgando los temores que enterraste en tus senos
Sin embargo en aras de ese mismo amor
Quisiera que escucharas el eco de mis mutismos
Y te levantaras cual ráfaga de calandrias
A defender tu criticada postura
A escupir el rostro de la amargura
A luchar por el fruto corrompido de tus olvidos

¡Cómo te hago entender ahora
que no necesitabas sentir en tu vientre vida
Para ser la Patria fértil abonada por las manos de mi isla!
¡Cómo hacerte ver que la luz siempre brilla
Sea de noche, sea de día
Pues en algún lugar del mundo el sol alumbra las veredes fantasías!
¡Dime si es que te atreves tu,
Julia de mis amargas postrimerías,
Cómo he de hacerte aceptar que pudiste haber fraguado otro fin a tu fructífera y corta vida!

Es que quisiera meterme en tus pieles
Quisiera fundirme en tu apatía
Para transfundirte mis quereres
Despertándote del sueño que aniquiló tus poderosas brisas
A ti te pintaba el sol
Yo maquillo mis ventiscas
En ti no mandaba nadie
Mas yo tengo el poder sobre mis lloviznas
Mentiste Julia
Mentiste sobre las cenizas
Me mentiste a mi
Eso me desgarra las vísceras
Haces trizas la imagen que tenía
Veo la desnudez de tu equipaje
Descubrí la fragmentación de tu algarabía

A esos que te les enfrentaste como fiera pantera
Negando ser paria de sus pasiones inconstantes
Negando ser de ellos marioneta
Terminaron esculpiendo en la tea septuaginta de tu condena
La sentencia que te encadenó a la hoguera oscura y sempiterna

Hoy
Ya no me miro en tu espejo
Renuncio a sentir vergüenza por estos versos
No acostumbro retractar mis reales pensamientos
Llevo una lucha caballeresca contra las falsedades en los poemas
Y tú no has de ser punto y aparte
Te has convertido en una línea más en esta libreta
Y hoy contra tu falacia levanto mis versares

Frente a tu tumba
Desnuda se encuentra mi esencia
Sintiendo lástima de tu pesaroso andar
Admirando la agilidad de tu cantar
Haciendo honor a tus maquilladas letras
A tu fantástica vida de frágiles poemas
Mas de mujer a mujer te digo
Yo si entrego a mi hombre
Ese que pudo haber sido mas que tu hijo
Honestidad y realidad
Le entrego la verdad en mi poesía
No le escondo el futuro de mis caminos
Pues es el dueño eterno de mi vista
Defiendo con mis garras nuestra guarida
Soy capaz de matar por su cuerpo
De asesinar por mantener intacta
La dignidad de nuestra viña

No existe ente, ser o fantasma
No hay sociedad que ose hablar en contra de mi amnistía
Soy mujer, madre, hermana, hija
Soy amiga, patriota, poeta delirante
Tu moriste vestida de mentiras ancestrales
Moriste en vida antes
Vertiéndote vulnerable
Mas yo
Aun con vida
Escribiendo para ti esta elegía
Pues finalmente
Soy yo
La intocable


Viento Serena

(Lala©2011)

A la Madre de nuestras rimas... A ella, Julia de Burgos


Hay una mujer en nuestras vidas muy importante, una poeta que es la madre de nuestros versos. Fue ella la que en un tropiezo de nuestros tiempos, se confabuló con el sino y nos conjugó con la misma tinta, nos derramó en el mismo verso.



Esta mujer puertorriqueña, hija legítima de nuestra tierra, vivió bajo unas consignas avasalladoras, fue pionera en muchas guerras. Como poeta fue y es baluarte digno de seguir, estudiar y profundizar. No hay una como ella: Julia de Burgos.



Interesante es que nosotros, Aristarco y yo, la amemos como la amamos cuando le conocemos las nostalgias de sus despechos.



Aristarco la llora, le reclama y aclama, mientras que yo, no me veo refractada en su espejo, pero ambos amamos sus eternales versos, ambos rendimos honor al cuerpo que se desvaneció en el silencio.



Estos dos poemas que presentamos, fueron escritos a destiempos, pues mi amado tuvo el valor de escribirle a Julia mucho antes que yo, fue quien le gritó al viento el dolor de no haber podido besar sus pies y consolar sus desalientos. Yo, escondiéndome tras la cortina de la cobardía, viéndola intocable, nunca antes lo hice, mas hoy, rasgo la cortina y la veo vulnerable.



A Julia

De Aristaco Dávila



Julia…

Un beso tuyo en mi frente me hubiese enseñado tantas cosas.

Hubiese entendido porque el sol me quema los años recorridos,

Porque el alba estrellada se enreda en mis labios

Y hubieses descubierto ante mis ojos

El lugar donde se esconde el alma de mis tantos ríos…

Sin ti…

Sin ti tengo una duda constante acalambrada en mi garganta

Sin ti cargo con la búsqueda de la libertad intransigente,

Con la búsqueda de tu voz,

De tus ensueños…

No se besar el cielo como tú aun lo haces…

Partiste hacia el nacimiento de las brisas que el horizonte esconde.

Julia,

Pecaste contra mí…

Me ocultaste tu llanto.

Sin ti puedo ver como la soledad y el desmayo riñe entre tus parpados.

Conservaste tu tristeza en cautiverio

Solo le dejaste ser

Entre los versos que mas destello derraman…

Pero aun así,

Nunca le cediste su albedrio natural y nunca,

Nunca fuiste capaz de sonreír como quisiste…

Por lo menos ante mi nunca lo hiciste…

Vi llorar tu conciencia sobre tus alas

Y fui situado en tu soledad oculta constantemente…

Escribiste de cuerpos de agua sin principios y eternos

Entre los cuales te desvestías de tu piel

Haciendo de sus corrientes fuego de hombres mudos

Que nunca faltaron a saciarse de tus musas

Y de la falta de falta de alcanzar sus orillas.

Julia mía, mía Julia…

¡Escúchame!

Todavía hoy veo tus golondrinas.

Puedo ver como estos paisajes te seducían cada día…

Por tus manos me llevo hacia tus encuentros con la que hoy

Es también mi tierra…

Por medio de tus palabras puedo sentir que alcanzo

La esencia de tus pies…

Puedo ver como navegaste desalentada por mares de promesas desvividas

Y era dormida que encontrabas redención.

Sé que buscaste en cada hombre imaginado

Remover el llanto de tus crepusculinos años…

Que Clara y su angustia te señalaban tus dos rostros

Cada vez que conversabas con sus páginas

Y cada vez que lo hacías,

Intentaste desprenderte de ti misma.

Pero para cada uno de tus intentos,

Fuiste solo una copa de buen vino

Derramada en el suelo.

No supiste escoger llorar…

Julia,

Por ti es que no se llorar.

Arrancaste la vida de tu pecho y no quisiste verme…

Observa la nostalgia que fundiste sobre mí el día en que nací,

Contempla calladamente la mirada menoscabada y triste que me acompaña perpetua como vicio inmutable,

Mira como la llevo con vehemencia en el rostro que mi padre me talló.

Duerme conmigo sobre esta sábana escarnecedora

Aunque sea solo una noche,

Para que presencies los sueños que me atormentan en tu ausencia.

Quiero que veas cómo me muerden en las mañanas

Todo porque rechazaste hija nena,

Que la vejez te alcanzase

Y descansase eternamente en tus recuerdos.

Ahora Julia de Burgos,

Te lloro con llanto de joven y te grito en pedazos con la garganta de un viejo que la muerte ve venir.

Porque tu musa me entiende,

Pero no tu alma.

Porque quiero decirte que te anhelo con ansias de niño quebrantado

Y no sé cómo decirle a mi corazón que ya no estás.

No sé cómo decirle que un sepulcro te consuela,

Que ahora el abrazo de una tierra disipada te da calor y no tu pueblo,

Aquellos que ruegan serlo…

Si tan solo hubieses hecho proverbio los secretos de tus versos,

El amor de cada letra derramada por tu boca

Y la enardecida devoción que sentías hacia tu odisea…

Tal vez hoy,

Mi vida fuese distinta.

Tal vez amada Julia,

Demandaría que mi vida cayese junto a la tuya sin dudarlo

Y el perfil de tus poemas seria mi bálsamo día tras día.

Pero puede ser

Julia mía y amada Jula,

Que “camine largas noches sobre un dolor estéril,

Abandonado y frágil,

Por todas las orillas,

Ahuecando las horas con mis pasos turbados

Que llevaban mi impulso de caída en caída.”

“y no pude encontrarte por los hondos abismos de errores

Y de herencias que tuvieron mi vida”

Y ahora busco calor en lo apacible que he soñando sean tus brazos.

Imaginando que hablo contigo,

Buscando consolar mi vida

A riendas de tu eterno llanto.

Julia intocable, Julia vulnerable

De Viento Serena



Maldigo la hora en que conocí tu historia

Desde ese momento has sido una estigma en la leyenda mía

Una premisa acusatoria

Que aun cuando no recorrí contigo las calles ni el tranvía

A través de las amarillentas páginas

Fuiste mucho más que matriz

Fuiste compañía



Podría escribir versos rosados en tu nombre

Mas prefiero escribir para ti una elegía

Pues muchos son los versos que por ti siento

Entre admiración pluscuamperfecta

Y la osadía de sentir

Vergüenza y triste pena

Por lo que fuiste

Por lo que fui

Por lo que sufrimos aparte en el tiempo



Vengo ante ti sin velos sobre mi cuerpo

Con el derecho que me otorgan los errores cometidos

El dolor y los olvidos

Para poder hablar frente a tu espejo

Observando mi esencia refractada

En los pedazos del espejismo de tu sufrimiento

Partiendo de la premisa que fuimos ambas Magdalenas

Por decisión o por sino

Recorrimos en sendas distantes

La misma estéril y solariega vereda



Pude haberte escrito otros versos

Donde las margaritas y libélulas

Adornaran tu espeso cabello

Donde ofrendara perlas a tus piernas

Y calzara tus arcos con lágrimas violetas

Mas el grito de desilusión que me sale del pecho

Se arraiga a mis venas

Envenenando con amor mi esencia

Haciéndome tragar de tu sepulcro la tierra

Y la nostalgia malsana de la piel de tu quimera



Quisiera entenderte

Mas en este instante no logro comprender tus entuertos

¿Cómo es posible que pudieses entregar tus deseos en los papeles del despreciado despecho

Enfrascando tu mirada altiva en el naufragio de una costumbre maldita y cautiva?



Te cantaste libre de prejuicio

En los cauces del río del hastío

Dijiste ser Julia frente a Julia

Desnuda de elitismo y clasista utopía

Para luego terminar fría y seca

Muerta en agonía

Caminando en el destierro

Huyendo a la realidad de tus días



¿De qué me sirven tus líneas ahora?

¿Para qué seguir versando esta elegía?

¿Seré yo quien a la postre de la vida

Me vea atrapada en la verdad de estas rimas?

Se sincera conmigo de una vez y por todas

¿De qué te sirvió escribir tus proezas ajenas

Para luego morir atragantada con la hiel de tu hipocresía ciega?



¿Intocable?

Así te estuve viendo desde lo lejos

En esos de madera mis estantes

Por mucho tiempo estuve escondiendo este sentimiento

Tratando de ocultar el desierto que causabas con tus mentiras a mis huesos

Por temor a mancillarte frente a aquellos que una vez te lapidaron frente a la consigna

Con miedo a ofender la memoria de tu arte

El nuestro

Tan mío



Mas él

Ese al que haces sangrar sobre las aguas del papel

Ese que se derrama de nostalgias

Pues no le permitiste tatuar su amor en tus pies

Me mostró que puedo amarte

Admirarte como lo hago

Aunque conozca la vulnerabilidad

De la cruda verdad de tu ser

Me enseñó a coronarte poeta

Aunque quiera encadenar a la mujer

Mostrándome la ventana de tu espalda

Para que me percatara de lo que en tus baúles escondías

A la faz clara de la alborada



No, no, no

Para nada me arrepiento del amor que por ti siento

No estoy juzgando los temores que enterraste en tus senos

Sin embargo en aras de ese mismo amor

Quisiera que escucharas el eco de mis mutismos

Y te levantaras cual ráfaga de calandrias

A defender tu criticada postura

A escupir el rostro de la amargura

A luchar por el fruto corrompido de tus olvidos



¡Cómo te hago entender ahora

que no necesitabas sentir en tu vientre vida

Para ser la Patria fértil abonada por las manos de mi isla!

¡Cómo hacerte ver que la luz siempre brilla

Sea de noche, sea de día

Pues en algún lugar del mundo el sol alumbra las veredes fantasías!

¡Dime si es que te atreves tu,

Julia de mis amargas postrimerías,

Cómo he de hacerte aceptar que pudiste haber fraguado otro fin a tu fructífera y corta vida!



Es que quisiera meterme en tus pieles

Quisiera fundirme en tu apatía

Para transfundirte mis quereres

Despertándote del sueño que aniquiló tus poderosas brisas

A ti te pintaba el sol

Yo maquillo mis ventiscas

En ti no mandaba nadie

Mas yo tengo el poder sobre mis lloviznas

Mentiste Julia

Mentiste sobre las cenizas

Me mentiste a mi

Eso me desgarra las vísceras

Haces trizas la imagen que tenía

Veo la desnudez de tu equipaje

Descubrí la fragmentación de tu algarabía



A esos que te les enfrentaste como fiera pantera

Negando ser paria de sus pasiones inconstantes

Negando ser de ellos marioneta

Terminaron esculpiendo en la tea septuaginta de tu condena

La sentencia que te encadenó a la hoguera oscura y sempiterna



Hoy

Ya no me miro en tu espejo

Renuncio a sentir vergüenza por estos versos

No acostumbro retractar mis reales pensamientos

Llevo una lucha caballeresca contra las falsedades en los poemas

Y tú no has de ser punto y aparte

Te has convertido en una línea más en esta libreta

Y hoy contra tu falacia levanto mis versares



Frente a tu tumba

Desnuda se encuentra mi esencia

Sintiendo lástima de tu pesaroso andar

Admirando la agilidad de tu cantar

Haciendo honor a tus maquilladas letras

A tu fantástica vida de frágiles poemas

Mas de mujer a mujer te digo

Yo si entrego a mi hombre

Ese que pudo haber sido mas que tu hijo

Honestidad y realidad

Le entrego la verdad en mi poesía

No le escondo el futuro de mis caminos

Pues es el dueño eterno de mi vista

Defiendo con mis garras nuestra guarida

Soy capaz de matar por su cuerpo

De asesinar por mantener intacta

La dignidad de nuestra viña



No existe ente, ser o fantasma

No hay sociedad que ose hablar en contra de mi amnistía

Soy mujer, madre, hermana, hija

Soy amiga, patriota, poeta delirante

Tu moriste vestida de mentiras ancestrales

Moriste en vida antes

Vertiéndote vulnerable

Mas yo

Aun con vida

Escribiendo para ti esta elegía

Pues finalmente

Soy yo

La intocable





Viento Serena

(Lala©2011)

miércoles, 9 de febrero de 2011

Divagando sobre una sombra


Agónica Nostalgia


Enamorada de la brisa
Sale Nostalgia de su morada
Camina descalza sobre la grama
Totalmente ilusionada
Llevando en sus manos una flor
Y en su pecho una calandria
Desnuda sin falsa vergüenza
O turbio pudor
No le importa usurpen sus añoranzas

Las gaviotas anidan en sus trenzas
El sol abraza su pureza
Nieve escarlata asperja su fragancia
Mientras libélulas azules jugaretean
Alrededor de su cuerpo de quimera

Frágil es su matriz
Espejismo de su certeza
Trasparente como su mirar
Es más que simple materia
Es algoritmo sobrenatural
Cálida hoguera para su tierra

Su centro palpita plateados ensueños
Anhelos entibiados
Por el abrazo del sereno
Sueños compartidos
Con el universo de versos
Deseos escondidos
En el baúl de su silencio

Sentada sobre la espuma rosada en su penumbra
Divaga sobre la sombra de una vertiente aromática
Separa los pétalos de la flor alimentando su gorrión
Cantando junto al corifeo ciego
Las melodías que sobre su cuerpo
Un día en el tiempo escribieron

Sigue Nostalgia de la brisa enamorada
Se adentra en su morada
El frío acorrala su nívea amalgama
Ha dejado sus frescas huellas sobre la grama
La ilusión le dibuja un árbol sobre su alma
Cubre su desnudez no por vergüenza
Lo hace pues quiere visitar las estrellas
Para compartir con el sereno sus sueños
Antes que las añoranzas
Le usurpen el sol de su misterio



Viento Serena
(Lala©2011)

A mi no me canten odas


Sin métrica, sin rima


No tengo que definirme
En términos de tiempo o destiempo
Ni mucho menos despilfarrarme
Sobre las matrices de mis versos
Tampoco necesito separar mis pieles
Para desnudar mi poesía en el viento
Menos aun rendir con sabia hipocresía
A algún utópico mártir desechada pleitesía

De envergadura es lo que ocurre en los lares de este averno
Falsas verdades enmascaradas con palabras biseladas
Costumbres rastreras son las que destilan de las grises páginas
Cúmulo de orgullos enfrían este infierno taciturno

Desvirtuado hemos de las rimas los objetivos de los concertos
Dando apariencia de prismas a los fantasmas del destierro
Altares hemos forjado a los dioses inconversos
Alimentando el bestialismo de los egos con las nostalgias de nuestros versos

¿Qué es poesía?
¿Que es la vida?
Definamos las mismas
A merced de la verdad fantástica
De la ironía sin tranvía

Vestimos la desnudez del cuerpo
Por falso pudor insincero
Por temor al que dirá el mudo universo
Flagelando las tiernas miradas de las calandrias
Con espejismos agonizantes del oscuro hueco del invierno

Siento tristeza de la tragedia que envuelven los poetastros del momento
Pues andan en busca de gloria y vanagloria
Haciendo alardes escondidos
Tras sus adverbios maestros y siniestros
Se nos olvida los motivos sinceros de escribir nuestras quiméricas rimas
Crear belleza sobre la espuma de la nada
Realzando las musas desnudas
Las cuestiones francas de la vida

A mi no me canten odas
No me levanten coplas
Ni me pinten versos en los dedos
Olvídense de mi vista
Escribo pues es la esencia de mis días
Sólo seré lo que seré hasta ahora
Una simple rapsoda inconclusa
Escondida entre sus sonetos, décimas y cuartillas
Pues prefiero extraviarme entre las olas
A ser difuminada tras el orgullo del decreto
O impregnada entre las paredes sucias
De la cárcel agónica del egótico ego



Viento Serena
(Lala©2011)

lunes, 7 de febrero de 2011

Bebe - Sinsentido

Despierto, durmiendo en su pecho


El sol me abrazó


Mi cuerpo
Envuelto en los mantos de desnudez
Responde a los dedos del sereno
Cuando estos febrilmente
Atrapan mis gemidos en su viento
Regodea su pasión
Entra las piernas de mi quimera
Haciendo estallar su verbo como turbión
Encendiendo sin piedad mi frontera

Implacable y delirante
Raudo e impactante
Lentamente deja su huella en mis rosales
Mordiendo mis espinas
Como quien alimenta sus bondades

Inquieta mis tormentos
Fecundando mis delirios por su cuerpo
Repercutiendo en el tiempo de mis versos
Aplacando la lujuria de mis conventos
Conoce cada palmo
De la piel de mis silencios

Ya dormida
Luego del placer de haber sido consumida
Me dejo en sus brazos perecer
Ocultando mi rostro iluminado
En el vientre de su anochecer

Duermo
Sueño
Vivo en mis sueños
Despierto
Durmiendo en su pecho

La atrevida caricia del sol
Entibia las membranas de mis quereres
A través de la seda de sus manos
Me asperja con la fragancia de sus placeres
Es sentir que me quema sin doler
Es sentir que me gusta sobre su pecho adolecer
Pues no duele que me toque
Ni tortura el que me provoque
Pues no me duele su roce en mi desnudez
Ni me violenta que usurpe mi amanecer

El sol
Sus manos
Sus brazos
Un abrazo del sol
De mi sol
Un abrazo
Despertando en mi
El deseo del ocaso
Pues quiero volver a vivir
Para volver a morir
Fragmentada a su costado

Hoy al alba
El sol me abrazó
Y mi cuerpo en sus rayos
De placer suspiró
Sucumbió

Viento Serena

(Lala©2011)

Saudade y Nostalgia


Sin ellas no

No puedo desprenderme de tus dedos
No quiero congelar los silencios que dentro de mi hueco llevo
Tampoco quiero naufragar la sed de revolcarme en tu océano muerto
Ni despedirme del placer que siento
Al escribirte unos versos sin misterio

Muchos sueñan con arrancarte de sus pieles ya no tersas
Otros se te esconden en los vacíos que les condenan
Hay unos que se encadenan a las hiedras en las arenas
Para evitar que a tu paso les mires a la cara y sucumban a tus caderas

Sienten temor de sentirte cerca
Se niegan el deseo de hacerte trenzas en tus canas de niebla
No se imaginan aun cuando saben con certeza
Que mientras mas te huyen
Mas cerca tienen la sombra de tu ofrenda

Mas yo
No te temo ya
Contigo juego a las espadas
A las muñecas muertas juego bajo tu escalera
Contigo bebo ron de la misma caña
También champán francés
hasta amanecer embriagadas y alborotadas
Visto el mismo color de tus entrañas
Arropando mi pudor
Con las telarañas plateadas de tu casa
Miro mi rostro en el espejismo de tu espejo
Percantándome que no hay refracto en él
Pues ambas ya hicimos pacto con la tierra

Como del mismo plato que te envenena
Escribo sin pensar ni dudar sobre ti
En las líneas de mi vieja libreta
Arrastrando mis pies al caminar
Levantando el polvo que asperja tu conciencia
Desnudando tu mórbida materia en mi versar
Mientras me declaro paria de tu realeza

No me importa tu implacable deambular
Cuando andas vestida de quimera
Aun cuando de tu pecho salgan fantasmas
Y al mirar las gaviotas las conviertas en piedra
No siento miedo al tocar tu presencia
Pues al rimar tu esencia moribunda
Mis letras nacen vírgenes en la tristeza

Y cuando te decides ninfa
Enredada en los mantos azules que desquician
Contigo suelo cabalgar sobre el crepúsculo
Juntas hemos danzado sobre las olas del mágico olvido
Siendo tu la musa de la agónica alegría
Y yo la poeta altruista que se desvive
Por conjugar tu sonrisa en mis mustias rimas

Es de noche ya
Mis manos no tienen prisa
Saudade se desviste en su etérea bondad
Nostalgia se cubre con las penas que nos conquistan
Sea la una
La otra sea
Son dos
Siendo una misma
De nosotros los poetas
Son las amigas eternas
Nuestras eternas enemigas
Mas sin ellas
Nuestra poesía carecería de visión
Serían poemas sin vida


Viento Serena
(Lala©2011)

Observo tus mutismos en el viento


Mientras duermes


Yo besare cada palmo
Sobre la piel de tu espalda
Acariciare tus ojos con mi desnudez
Entonare los cantos de nuestras nostalgias acompañadas
Acompañaré tu soledad con mi fragancia
Mientras duermes...

Mientras duermes,
yo escribo y velo tus sueños
Tu bañaste mi piel y alimentaste mis anhelos
Ahora
Descansa vida mía
Mientras escribo esta rima
Te observo soñar
Tranquilizas mi ventisca

Transcurre el tiempo en mis momentos
Nominales sentimientos que me capturan los silencios
Recibiendo tus suspiros en los latidos de mis sentidos
Adormeces a mi siniestra
Con tu diestra enlazada a mi pierna
Respirando de mi piel la esencia
Desvistiendo mi alma
Envolviéndola con tu niebla

Mientras duermes
Refugiaré tus coplas en mis senos
Tus labios en el cielo de mi aposento
Tus manos en las paredes de mi estruendo
Y tu verbo adverbiado en mi cuerpo
Lo apacentaré febrilmente
En el pecho de mi recuerdo


Viento Serena
(Lala©2011

jueves, 3 de febrero de 2011

Hombre... Iza las velas de tu barca


Izando las velas


Hombre...
Que te enamoras finalmente de la mujer deseada
Levanta la mirada ilusionada
Despierta del silencio muerto
El que mantenía tu alma erosionada
Royendo las paredes de tu pecho

Ha llegado el momento en tu destierro
De levantar las velas blancas de tu barca
Iniciando el curso hacia el muelle de la esperanza
Es en aquellas arenas cálidas y blandas
Que esa morena te espera
Con sus trenzas bordadas en perlas
Y su alma
Trenzada a la tuya
No importando la distancia

Es esa Mujer
La que ha aprendido a desear al hombre
Que en sus misterios secretos ama
Decidida a su cuerpo entregar
Pues ya ha entregado la esencia de su constancia
Derrama pétalos en su palpitar
Inundando de inciensos
Su nocturna mirada

Ábrete paso en ese tu mar cielo
Desnuda tu desnudez en aras del desenfreno
Se partícipe raudo de tu futuro
Presente incierto de tus tormentos
Forja en tus nubes tus sueños
Haz de tu realidad
La matriz de tu ensueño

No permitas que te roben tu versar
No dejes que el invernal averno
Usurpe la hoguera de tu pecho
Traza el mapa sobre la piel de la tierra de tu amada
Las caricias de esa libertad
En sus caderas atesorada
Conquista sus fronteras anheladas
Dibujando en el hueco de su vientre
La esperanza tierna y sabia
De nuestra Patria bella y liberada


Viento Serena

(Lala©2011)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Y ella, errabunda se sostenia de la mano de su nostalgia


Errabunda

Solariega alma que estrena una mirada
Deseosa por anidar en las huellas de la tristeza erosionada
Transeúnte por las nubes de una sala desamparada
Arrastrando en su piel el vicio
Por amar a quien no supo amarla
Por amar a quien le robó el juicio

Cabizbaja va la estela de la mujer que no encontró su frontera
Febrilmente su alma siente y presiente una angustia agobiante
Angustia que le desgarra la garganta con sus dientes
Enmudeciendo las voces que en sus poemas esconde

Alma distraída por las suaves brisas de la muerte envilecida
Trozos de un esfuerzo estéril por ser amada en pluscuamperfectos
Fragilidad en sus caderas que se quedaron desiertas, vacías, huecas
No puede ni un suspiro delirar pues las perlas se le congelaron al llorar

Yerma amarga
Desolada quimera
La desesperanza se viste con su melena
Mientas que la mórbida turbidez de su fragancia
Asperja los vientos de su condena
Senilidad en sus huesos de cristal empaña
La realidad de sus vientres al caminar
Por las calles de la soledad que le acompaña

Errante va por las calles de la senectud
Cantando coplas enlutadas
Versando rimas sin luz
Extraviándose en los teoremas de las nostalgias
Desnudando del centro de su pecho
Para dejar salir las libélulas verdes
Esas que aun viven en sus adentros

Hoy la vi pasar frente a mi ventana
Envuelta en mantos sin color
Descalza de esperanzas
Tenía la matriz entristecida
Caminaba directo al puerto del destierro
Del que una vez alguien le prometió hasta el cielo
Marchándose y dejándole la verdad del averno

Salí a su encuentro
Dispuesta a caminar junto a ella
A consolar la impávida locura de su tristeza
Más cuando logré alcanzarla
Frente a la vieja oscuridad de la escalera
Al mirarme en el espejismo de su moribunda mirada
Pude darme cuenta de que era yo quien agonizaba
Y ella
Errabunda se sostenía de la mano de su nostalgia


Viento Serena
(Lala©2010)

Diyite

¿Dignidad?

¡Ay pobrecita qué sucia y ajada estás!
Cuantas manos en tu nombre se desquitan
Deshojando el honor y la bondad
De las frágiles e inocentes margaritas
En aras de una verdad sincera, honesta
Genuina
Que realmente es una sombra de una mentira elitista

No me voy a cansar de denunciar
Las viles realidades que circundan las mentes putrefactas escondidas
Esas que son como lobos con pieles de ovejas ofendidas
Que andan en busca de una popularidad A base de leyendas y poesías plagadas de hipocresía

Visten sus cuerpos moribundos
Con versos de medievo taciturno
Robando vilmente los colores que emergen
De matrices en otras vertientes mortales
Necesitan inflar su ego con ajenas nostalgias
Cantándose de víctimas del sereno
Cuando veredemente son los bufones de los comejenes
Quienes en un tropiezo imperfecto
Se quisieron alimentar de la cellisca y sus vientos

Pintan espejismos cuadrados y enumerados
Adverbios protocolarios
Sujetos estereotipados
Vahos de morfina nauseabunda
Que se nutren de una idea vagabunda
Burlan la identidad de la inocencia
Tratando de ultrajar
De las vírgenes y Magdalenas
La decencia de sus esencias

Vituperan las nodrizas con su inconsciente inconsciencia
Despedazan sus vestidos con sus resbalosos dedos
Adheridos a las redes de la niebla
Quieren llenar un hueco absurdo en su mísero pecho
Con los besos de la vulnerabilidad
Con el cuerpo del despecho

Don ruines seudo escapistas
Que a las letras azuladas manchan
Con sus rimas de tiranía egoísta
No veo el día ni la hora
Que un turbión golpee su escafandra
Dejando expuestos de una vez y por siempre
Las verdades de tsu estiercolera
E indeseable fragancia

Mientras
Estaré presente siempre
Dando voces de alerta
Levantando luces en presente
No seré cómplice de sus deslealtades
No le haré coro a sus maldades
Blandiré con fuerza mi pluma
No dejaré que en nombre de la dignidad
Sigan usurpando las mentes
Flagelando con sus mentiras e inmundicia
Daré voces de alerta
Al universo de los poetas
Hasta que salgan de sus cavernas
Los dignos farsantes
Con sus indignas carabelas



Viento Serena

(Lala©2011)

En la silla del silencio desnuda espero


En silencio

Es ese turbio sentimiento
Que cuando llega rompe el nudo del pecho
Sortilegio de deseos sin freno
Que rastrea las paredes de mis senos
Maldita sea la vereda desierta
No es necesario este desasosiego
Es como sentir que pierdo el sentido de mi sexo

Desnudez sedienta de pasiones y entrega
Cuerpo vestido de piel tersa
Cubierto con el rocío de la primavera
Suspirando por destilar gemidos
Por socavar la caverna del centro de mi hiedra
Permitiendo que tus dientes
Marquen surcos en mi tibieza

Así me siento en la silla de la espera
Arropada con las mantas de mi nostalgia
Frente a la ventana de la quimera
Anhelante mis piernas
Con la humedad sueñan
Flagelan sus pesares
Con el látigo que las desenfrena

Mis caderas se encarcelan
Condenadas por agobiarse
Por codiciar sin preocuparse
Los delirios de la soledad de tu carne

Y en silencio
En la silla de la espera
Desnuda sentada pienso
Que estas sábanas blancas cubren
El pecado de mi lujurioso sexo
Cuando realmente exijo al dios del averno
Que te devuelva a mi estera
Mientras frente a la ventana de mi quimera
Espero porque decidas de una vez
A estrangular sin piedad
El núcleo que me envenena
El que en silencio
De placeres me exacerba


Viento Serena

(Lala©2011)