miércoles, 14 de marzo de 2012

¡Que soy hembra bullanguera! Negra y revulera

Odio el ruido que no entiendo

Odio el ruido de este opaco silencio
odio el tintineo de la luz enmudecida de esta odisea
odio el clavicordio mudo y el campanario desnudo en el convento taciturno

Quiero sentir el ruido ensordecedor al son de los arpegios
cantar con los luceros a viva voz el nocturno impío del misterio
que quiero subirme a la mesa sucia de la taberna desierta
y allí con mi voz ronca y almibarada entonar junto al bandoneón las tristes notas de una milonga, un danzón, un seis chorreao, una clásica danza
quizás me atragante el cuello con las grises letras de un bolero
o desangre mis venas
al llorar un tango oscuro, maldito y pérfido
o pierda el sentido con un guaguancó bien sonao y excelso

Odio el sonido de lo que no oigo
el vacío inquietante de un inerte cuerpo frente a un mausoleo
no soporto la quietud imperante en los pasillos de una iglesia muerta en pena
como a morir odio el ensordecimiento de mis huesos que no responden a la serenidad del silencio

¡Que soy hembra bullanguera!
Negra y revulera
que al escuchar un buen repique de los cueros
se me sale por los pies la negritud
por las narices y hasta por el pelo
dejando atrás en mi paso hasta al sonero mas intenso
y puedo también bailar en puntas
como puedo deslizarme con mi cuerpo al son de una salsa, de una tarantella
y hasta me descoso en la sabrosa y frenetica rumba

Y es ue nací entre las cuerdas, los metales y los maderos
crecí subiendo por las líneas y espacios de un pentagrama incierto
alimenté mis venas con negras, redondas, fusas y corcheas
vistiendo mi cuerpo con las telas sucias de las bambalinas eternas

Odio el ruido que no entiendo
el que en un tres por cuatro cree que te ha hecho el amor y no llega ni a barato sexo
el que sin "tiraera" no vende mas que la competencia
ese que a mi amada juventud me la lleva a la demencia

Y es que no me deja de otra
mas que cerrar los ojos y pedirle al dios del tiempo que le reviente el tímpano con un trueno
que le vacíe el cerebro
y le llene su corazón con ritmos con ritmo limpio
y el alma
con letras, poesía y sueños de antaño mezclados con los de ellos
todo eso con olor a nuevo
con sabor y buen solfeo

Viento Serena
(Lala®2012)