domingo, 16 de enero de 2011
Pues será quien al final del caminar y el rimar Su rostro en confianza a la luz podrá mostrar
Sermón de la Calandria
Bienaventurado el poeta que sabiamente usa sus palabras
Evitando hacer mal uso de sus retoricas irónicas
Porque el recibirá nuevas imágenes y metáforas extraordinarias
En recompensa por unas líneas llenas de esperanza y justa gloria
Bienaventurado aquel que escribe basado en verdades
No ocultando el espejo de su mirada tras las líneas de las carpetas
Porque será conceptualizado héroe entre los desertores mortales
Ya que no miente a través de los versos de un poema
Bienaventurado el rimador que no se enfrasca en trivialidades
Y aquel que respeta el andar de las mortales beldades
Pues será quien al final del caminar y el rimar
Su rostro en confianza a la luz podrá mostrar
Bienaventurado el trovador que con conciencia justa le cante a la tierra
Sea llamada Patria, Madre, hogar, casa o selva
Pues de esta estirpe será creada la esperanza de esta esfera
Bienaventurado el juglar que haga reír con hermosa demencia
Sanando a su paso las almas de quienes han perdido la esencia
Porque de esta clase se levantará una nube de preciosos luceros
Bienaventurado el versador que se apasiona con un sólo amor
Haciendo virtud a la fidelidad al cantar su oda a una única flor
Pues de esta raza en peligro de extinción serán alzadas las banderas
En las puertas de un hogar con los cimientos de acero y esplendor
Ay de aquellos que usen las figuras literarias para conspirar contra las almas
Porque darán coces contra las rocas del desprecio de las miradas
Cuando al pasar del tiempo su vil materia sea revelada
Ay de los que ocultan la oscura baraja color escarlata
Bajo la putrefacta manga de sus estrafalarias camisas
Tratando de vituperar a los vientos con sus oscuras rimas
Dejando fluir un vaho de amarguras y adornadas hipocresías
Estos recibirán a cambio un verbo eterno de cruentas agonías
Ay de los que usan las figuras literarias
Esas que de alguna manera de nos fueron impuestas
Para hacer conquistas milenarias
Aun cuando tienen quien les azuce la hoguera
Estos cuando caiga el sol sobre sus morados versos
Recibirán un cúmulo de amarillentos sortilegios
Que se le enredarán en los dedos cuando traten de esbozar nuevos misterios
Ay de aquellos que juzgan en su versar
Usando patéticos sonetos y rimas libres al silencio
Estos tendrán que dar cuentas de su andar
Cuando con la vara perfecta
El Gran Divino viejo
Mida su despertar
Perdonar es un don divino
Solo aquellos que han encontrado el Paraíso
Podrán hacer buen uso del mismo
No cantando en patéticas reyertas
Que han perdonado las verdades a las cuales temen con grandeza
Y aquel que conozca las verdades libertarias
De este sempiterno mundo de itálicas letras
Aquel que teniendo en cuenta las realidades del fruto del espíritu
Y de las metáforas utilizadas en las parábolas certeras
Será un buen administrador de los talentos que el Viejo le entregó
Usando con sabia maestría las voces de los poemas expuestos al sol
Mientras...
Malos augurios estarán por el universo de versos escondidos
A aquellos bandidos inauditos que se atreven a esconderse
Tras un manto de rimas sin honor ni pudor
Viento Serena
(Lala©2010)
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