viernes, 10 de diciembre de 2010
Erase una vez un tatuaje
Erase una vez un tatuaje
Erase una vez
Una mujer a un hombre tatuada
Con fragancias embriagadas con esperanza
Derramada en las palabras de la alborada
Envuelta con el cielo que desnuda el alma
De quien la abraza
Una gacela frágil y enamorada
Dibujada en el despertar del hombre que la ama
Dispuesta a caminar sobre los cristales escarlata
Dejando atrás los recuerdos que le desgarran a la distancia
Se levanta en sigilosos pasos
Pasos silbando en la casa de sus olvidos
Dispuesta a crear nuevos recuerdos
Encerrada en la libertad de quien la acuna en su pecho
Se ha despertado
Sintiendo unos brazos que la han frecuentado
Anda descalza y con sus rizos alborotados
Suspendida en el aire de su nostalgia
Viéndose tatuada en un febril cuerpo
Erase una vez
Un hombre con la esencia de ella
Tatuada en la madera de su pecho
Sintiendo desde adentro
Como ese amor los iba consumiendo
Disfrutando de los pies
Que rodeaban el espejo de su cara
Mientras los arcos
Le embrujaban la alborada
Había decidido devolverle los silencios
Adornarle los gemidos
Para recuperar sus refractados sentidos
En ese cuerpo que le estaba siendo servido
Por fin encontraba de su vida el sentido
La había soñado
En quimeras
Besado
La había deseado
En sus versos
Amado
El tiempo se ha encargado
De conjugar estos dos verbos
Fusionarlos en el mismo viento
Son de los sustantivos
Los adverbios
Son de los adjetivos
El futuro pluscuamperfecto
Son el tatuaje ideal
Para encriptarlos en los misterios
Erase una vez
Un hombre y una mujer
Tatuados en la misma tinta
De un poema quimérico
Viento Serena
(Lala©2010)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario