Mojame los labios con una de tus lluvias invasibas,
Bailame un tango en los huesos,
Cruza mi desierto empedernido hasta llegar a la torre que le da horizonte a mis ventanas...
Bebe del oasis canelizado que tu imaginación a construido sobremos sequedades hasta saciarte de mi si es que tus adentros encuentran algún fondo... Ven,
aquí sobre tu alfombra Perla engreída gitana encantada...
Y acaba de robarle a mi cuello su balance...
Pues mi gayi divino...
Aquí frente a ti me rasgo el vestido
No solo bailare en tus huesos el tango
No solo me trepare en mi alfombra a beber de tus carnes
Mojare tu boca con mis sabores a manjares
Abriré un camino escarlata entre mis piernas
Para que sin pensarlo dos veces
Mis caderas poseas
Gayi de mis amores míos!
Traigo los pies desnudos
Perfumados con pacholi y canela
Subete a mi carreta sin miedo
Agarrame por el pelo
Estrangula mis piernas
Hazme volar por las nubes violetas
Aquí esta mi copa diamantina sedienta
Colocada en bandeja de cristal humedecido con el aliento de los suenios que se han encarnado sobre mi mano y la escaramusa revuelta en el comienzo de tus piernas...
Sacia este hueco con la saliva de tus sabores morenos
Ata mi alma con tus rizos delirantes
Grita en la azotea de mis ojos los colores embriagantes de la ceiba
Y destruye el hambre de tus senos con el filo de mis dientes
Esta es tu boca, tu sandalia...
Camina sobre mi lengua hasta que caigas sentada sobre ella...
Es que esa rica perversión tuya
Confunde las raíces de esta gitana morena
Mi arena se derrite sobre la piel de tu ceiba
Mis labios se deshacen entre el vaivén de tus piernas
Ven sin dudas y enciende mi hoguera
Estas manos se enrredaran en tu pecho y se enlazaran con tu barba
Abre surcos con tus dientes
Mientras con tu filosa lengua
Sacia las hambres de mis cavernas
Esta bruja hechicera se desnuda ante ti sin vergüenza y con premura
¡Esta gitana quiere sentir tu hombría en su espesura!
Atame gayi de mis sueños
¡Atame a tu vida por los pies de mis vientos!
Son las marcas bermellones de tus labios
Joyas inmaculadas sobre la costa dorada de mi cuello...
La ceiba crece en el terruño escondido de tu vientre...
Soy,
Cual aventurero que busca la bebida de los dioses entre los ríos y montes de tu presencia
Gayi que sin carreta ni bestia domina las distancias de tus labios
Fatiga no me acoge entre las aguas encendidas que me sirve aquella que solo a mi me da la cara...
Dije bailemos,
Pero el movimiento intruisivo de tus orillas adornadas en púrpura y carmesí exigen que desnude mi espada y te bese con el filo de la unción de mis ganas de agarraste por la piel de tus vértebras
Y basilante escuchaste cantar al son de las mordidas en tu cintura...
Bailemos entonces encima de esta mesa
Que todos los gitanos vayan consumiendo sus proezas
Esa espada que desenfundas la besare hasta quedar extasiada
Y en tus brazos desenfrenar esta pasión que traigo en mis pieles enclaustrada
Un torrente de sangre Mora corre por mis venas
Sangre que junto a la tuya pura
Desencadena mis tinieblas
Siento vértigo desmembrar mis caderas
Cuando tu ceiba se enraíza en mis praderas
Eres quien desatas mis quimeras cuando tus pasos siento en mis fronteras
Quien me elevas al cielo y me hundes en tu infierno
Cuando apuñalas las células de mi medula
Toma mi puñal de acero y abre mi mano derecha
Hazme sangrar la vida sobre tus cosechas
Y yo,
Yo beberé de este elixir concéntrico aromatizado por las partes mas delicadas de tu divina femenidad
Me asiré de la bendita locura de tus piernas
Y vestiré mi hombría de sombras de lavanda mojada...
Desvestiré tus pies para besarles,
Desnudare tu ombligo para confiarle mis secretos,
Adornare tu espalda con el pentagrama enamorado de mis dedos
Y del triángulo silencioso de tu quijada me haré una corona en cada parte que detengas tu sentido del gusto y los versos del olfato...
Y serás mi tatuaje viviente
La primera perla perpetuada en mi garganta
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