Fragancia bruja
Embriágame de la fragancia de tus garras
Consume los pétalos de mis entrañas
Deshilacha la madeja de figuras perpetuas
Mezcla tus olores de hombre con los sudores de mi sexo
Absorbe los ecos huecos de mi hueco
Rocía en mi vientre el ámbar amargo de tus dientes
El aroma a carne de tus axilas me embruja
Mientras mis piernas se enredan a tus caderas
Dejando una estela de acacias aromáticas
Entre ese mundo de silencios muertos de nuestra alada cama
Sudores estertores inundan los precipicios del deseo
Embriagante perfume de los amantes, nosotros
Eterniza el espacio libidinal de las áureas boreales
Impacto químico que afecta mi físico
Cuando el éter de nuestros cuerpos trémulos
Queda flotando en el espacio de nuestros misterios
Alquímico brujo de las fragancias desérticas
Embadurnas en mis carnes la salvia de tus quimeras
Dejando el rastro amanecido de tus bondades
Empalmado sobre mis vísceras olorosas de crueles maldades
Oliendo con mi boca entre tus fuertes torres territoriales
Aprisionando con mis dedos los olores de tus muertes
Limítrofes de placeres mundanales
Con sabor a olíbano y hedor a especias frescas
Algas marinas y angustias divinas
Líquidos espiritosos recorren por las calles de mis bacanales
Humos a yagrumo y pestes de aromas infernales
Cuando nuestros cuerpos se enredan en las esferas siderales
El aroma de la música perfecta
De nuestra orquestada sirena
Capta en botellas de cristal soplado
La mezcla dantesca de nuestras pasiones etéreas
Huelo, huelo la madeja de tu miembro erecto
Mientras saboreo el elixir amargo
De tus sueños líquidos y añejos
Olor a tus cavidades septentrionales
Sabor a vino rancio en las huertas de los mortales
Quemaste mi nariz con el perfume de tus altares
Empapaste mis rizos con el brandy de tus maldades
Fragancia que me embruja la bruja que llevo por dentro
Cuando sin pudor alguno
Con mi lengua tu piel rastreo
No hay perfume de camelias que me arrastre por las piernas
Como el aroma de tu carne
Cuando me haces tuya y me estrangulas
Me abres la matriz con tu poderosa hiedra
Embriagada y temblorosa entre las mantas
Luego de atrapar con mi garganta
Tu perfume a hombre en celo
Abres el frasco de mi vientre con tus dedos
Y absorbes con tu lengua
El perfume brujo de mi amargo sexo
Viento Serena
(Lala©2010)
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