Simiente perpetua
Hay un abdomen hueco
Despoblado
El mío…
Anhelando ser la cuna de unas coplas
Villancicos de carne y alma
Versos de amores sin descuido
Tu cuerpo me llora por dentro
Fertilizando mi tierra
Donde la semilla tu almendra
se hará inmortal en mis haciendas
Colosos son los pies de este sueño mío
Van terciando los núcleos sigilosos de mis quejidos
Cinceladas de amor en la marmolada piedra
Vas dando forma a la materia de mi certeza
Llevándome con tus palabras sinceras
a las cabañas de tu riqueza
No ha existido ente alguno
que me abra caminos en los pantanales
Sin haberse escondido de los dragones inmortales
Pero tu…
Sin aprensión y con completa conciencia
Has arrojado todo lo que conservabas
Confiriendo a la fe hasta tu vida misma
Y en un relámpago del destino
Decidiste abrir mi vientre con tu incisivo escalpelo
Fecundando en su residuo
Aromas de un paraíso prometido
Soñaste con esa fragancia a dulce canela
Que aromatizaría las candelillas de la hija de tus quimeras
En un destiempo tropezaste en mis huertos
Escuchaste la voz de mis lamentos desiertos
Y me decidiste madre de tus ensueños
La vertiente de tus empeños
Abrí mis oídos y lumbreras a tus plegarias
Me hice una contigo en tus ruegos de alborada
Tejí paños de algodón y seda cruda
en burbujas violetas esspumas noctámbulas
Bordé frazadas en plata y escarlata
con algo más meras que esperanzas
Escribí leyendas perfectas
para acompañar las majestuosas nanas por ti compuestas
Restableciste el pensamiento de madre
a mi subterránea galera
Cuando tu amor se depuró
por la cueva de mi conciencia
Sentándome en el estrado de tus cortes
como tu corona y reina
Abriste tu corazón a mis manos
Permitiéndome anular tus dolencias y pasado
Descalzaste tu alma a mis pies sin sofocarlos
Revelándome tu mirada de patriarca desde la primera
No dudé, no titubeé, no me negué
Mis entrañas a ti concedí sin relampaguear en el olvido
Seré la madre de tu simiente perpetua
Viento Serena
(Lala©2010)
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