Central azucarera
Cosquillas cañaverélas
Unos dedos alados recorren mi ahuecado vientre
Abriendo surcos en mi febril cañaveral
Arrancando las guajanas plateadas con los dientes
Risas estertores inundan nuestros aires calientes
Lenguas que se funden en saliva de melaza
Echándole a la hoguera más brasas
Machete en mano mi hombre valiente
Va talando mi cañaveral
Trasmutando mi sudor salado
En dulce azúcar morena
Rodando su bagazo por mis piernas
En la central…
Allá donde el pitirre canta
Arrobado por las nubes prosadas
El calor no se hace esperar
Destilaban los líquidos muertos
Por las calderas del sol
Mezcla de espíritus siniestros
Volcándose en los entuertos del silencio
Logrando el mejor elixir para nuestro sexo
Para encender nuestro amor
Ron, ron de tierra adentro
Dulce, caliente y estruendo
Ron que enciende el corazón
Viértelo en mi vientre
Viértelo en mis recovecos
Úsame como cáliz
Bebe de mi cuerpo
Trágate mis delirios
Embriágate de mis tormentos
Camino regodeándome por las veredas
Surcando el cañaveral en plena primavera
Pedazo de caña en mi boca
Muerdo, absorbo, chupo y muerdo
Su sabia endulzada por los humores del cuerpo
Va refrescando mi garganta
Mientras me quemo por dentro
El viento aprisiona mi pensamiento
Juega con los cascabeles que llevo en mi pie derecho
Campanitas que adornan sus pasiones sordas
Invitándole sin pudor a que me embriague con su ron
A que me agarre por la cintura
Y me amarre a su cuerpo con su cinturón
Parada frente a la mar, a la orilla
Los macheteros del cañaveral me espían
Se preguntan con curiosa duda
“¿Que le sucede a esta mujer
Que pareciese que vuela entre las espigas?”
No entienden el martirio que vivo
No comprenden mis designios florecidos
Espero en los instantes de mi tiempo
Que regrese por mí, a mi lecho
Mi hombre
Mi poeta
Mi machetero vestido de negro
Subo en la marea a la colina derecha
No hay manera
No existe manera
Que él se pierda en las veredas
Conoce mis orillas
Me muerde las rodillas
Me sabe de la miel
La vida infinita
Me absorbe hasta la hiel
Ya le veo bajar por la colina
Machete en mano izquierda
Botella de agua ardiente
En su derecha
Esta noche se pinta de rojo la guarida
Hoy beberemos del fruto del fuego hielo
En la cama me hará bagazo
Con su cuerpo
Me hará trizas
Pasiones cañaverélas
Recorriendo mis valles y mis fronteras
Mi poeta machetero regresa de la zafra
Prometiéndome amores tibios
Amores de azúcar y negra melaza
Acariciándome los arcos divinos con su lengua
Desbordándose en pleno en mis rosados huecos
Haciendo en mi matriz ron de veneno
Y las olas me queman el alma
Como sus dedos me atrapan en sus sabanas
Acaricia mis pieles azucaradas
Estrellas de mar se posan en mis caderas
Y juega con mis trenzas en la arena
Cabalgando en equinoccios vespertinos
Dejando fluir nuestros jugos alisios
Mezclando su sudor con mis quimeras
Apacentando sus manos con mis piernas
El ir y venir de nuestro oleaje caribeño
Despierta entre nosotros olores isleños
Olores a zafra y azúcar morena
Cañaveral en la costa
Amores de sombra y zozobra
La mar, la arena, la costa
La caña, la guajana, la zafra
El ron, el aguardiente, mi melaza
Nos llevan por las verdes riberas
Nos arrastran a las quimeras
Devolviéndole a nuestras vidas
Un cañaveral de pasiones verdecías
Viento Serena
(Lala©2010)
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