sábado, 25 de febrero de 2012

Solo yo

Aires de silencio

Hálito de gardenias y rimas entretejidas en la mirada sublime de una ninfa
deja en la caverna húmeda de la soberbia el conato amargo de un fuego sin miedos
ascuas quebrantadas tras el espejismo de un vil quebranto

Airecillo quimérico que se eleva desde las arenas del eneldo y quema la piel amarillenta de un intento
royendo las carnes escuálidas de una musa que se vende en las aceras y por las mañanas
se viste de virginal señora aterciopelada

Ventolera de espasmos que van
arrastrando por el cuero el numen clandestino de un infierno y se alojan entre las galeras y las piedras del emblema
coaccionando los lamentos de mis huesos
mientras abren las piernas de una conciencia sin conciencia

Céfiro dilatado por unos famélicos gemidos de una verdad que oculta su sonrisa bajo la falda de la vieja de la esquina
intentando descubrir en su ombligo los misterios que los arcanos cincelaron en la plata negra de los cuadernos

Tras estas huellas del paso frágil de mis tiempos
luego de la búsqueda intrínseca de quereres, nostalgias y placeres
después de hurgar en el afluente azul de los versos febriles que se diluyen en mis amaneceres
queda intacta una mujer que sufre de inercia entre las algas
que se pierde en la bajura intensa del amalgama de orgasmos de amor que la tienen en libertad a un cuerpo encadenada
queda ella, suprema y tierna
ella, que a la vez soy yo
simplemente yo
Solo yo
y mi odisea derramada en las líneas de esta libreta vacía
que gota a gota con los gritos de mis silencios se llena


Viento Serena
(Lala®2011)

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