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martes, 11 de enero de 2011

Asi me siento


Así me siento

El sol se ha encargado
De amanecerme de nuevo
Mi cuerpo ha calmado
Ha aliviado mis huesos
Aunque no puedo mentir
Los dolores son fieles extranjeros
No han podido acorralarme
Los siento
Mas poseerme no les dejo

Hoy he visto la luz
Aunque las nubes danzando en el cielo estuvieron
Las gaviotas anidaban en mis rizos
Pues los llevaba sueltos y revueltos

No necesité de Alcyone
A Aríagelle le he robado los velos
Y a Perla
La he dejado tranquila
Ella me ha soltado las trenzas
Me regaló un puñal amatista con perlas
No puedo olvidar a la mulata Adabella
Esa me ha compuesto una nana
En esa lengua tan sonora y coqueta
Por cierto Niebla
Decidió esconder sus cadenas
Obsequiándome unas nubes con olor a canela
Ella, mi Nostalgia anhelada
Se ha encargado de llenarme el cuarto de margaritas y azucenas

Esta madrugada
Encendí unas cuantas velas de gardenia
Tome un té de yerbabuena, almendras y canela
Leí unos cuantos poemas
Me duché con gelatina de cacao y avena
Vestí una falda larga
De esas que son a media pierna
Cubrí mi torso con negra sayuela
Calcé mis sandalias de cuero
Adorné como siempre mis piernas
Dejé mis rizos sueltos
Para que el viento los poseyera

Siento que soy dueña de los alisios
Que soy de las musas la materia
De los dioses me siento la princesa
Y en sus brazos
La reina de sus tierras
Hoy convocar quiero a mis rimas sinceras
Una oda quiero plasmar
Sobre la arena que me sirve de escalera
Frente al mar azul quiero cantar
La melodía más sublime
Me creo también sirena
En medio del verde
Caminando sobre estas rocas
Dejo que la brisa me bese
Quiero escribir un poema

Viento Serena
(Lala©2010)

sábado, 8 de enero de 2011

Los designios de Perla


Los designios de Perla

Caminante de la vida implícita
Deambulas por las veredas explicitas
En la búsqueda de nuevas conquistas
Das pasos sin acobardarte ante los desengaños
Eres la hechicera seductora
Que has encadenado el alma de los apasionados noctámbulos
Los insomniados, artistas, bohemios y poetas
A los malditos designios de tus febriles caderas

Desde la concepción de tu bastarda esencia
Resultado de la amalgama de un dios bohemio
Maquiavélico y sin conciencia
Con las fragancias rosadas y plateadas
De Alcyone
La musa encaprichada con mis soledades aladas

Era una noche de luna llena
Y la musa de las quimeras inconclusas
Merodeaba por la laguna de la penumbra
Entre tibios velos
Semidesnuda
Zeus en su carruaje de fuego cabalgaba
Desde el cielo atisbó a la dueña de mis zozobras
Y de tan sólo verla adormecida entre la espesa niebla
Sintió un fuerte cisco en el pecho
Fuego gélido le hilvanó las células del cuerpo
Respondiendo a su instinto animal
Que le consumió con lujuriosos pensamientos
En sólo las fracciones de su insano deseo
Fraguó las ansias por poseer el virgo del ensueño

Sin pensarlo ni dubitar en el viento
Se apropió del himen de la demidiosa de mis oscuros versos
Le rasgó sin pudor el frágil y níveo velo
No importando ni un micronio el dolor de la gacela
Ni los desgarrantes gritos
Que la ninfa de la bruma lanzó al universo
En bandadas de perlas
Zeus en vil y descarado derramamiento
Vertió en la matriz de ella
La cimiente pérfida de una gitana perversa

Pasaron las lunas malditas
La joven mujer perdida y marchita
Odiaba lo que en su vientre crecía
Un hubo mantas, pañales
Ni bordadas blancas frisitas
No compuso una bella nana
Tampoco pintó unas nubes
En las paredes de la morada
Hubo un mar de angustiosas lágrimas
Una espera sin final
Una desgraciada fragancia

Al nacer la niña morena
Fue del pecho inmediatamente desterrada
Sus llantos copaban los silencios
Enloquecían de ira
A la raíz de sus injusticias
Una noche de luna nueva
La mala madre
Se escondió en la sombra de la pradera
A lo lejos escuchó los cantos de los hechiceros
De repente sintió un estruendo en el musculo de su seno
Eran designios lo que el universo le estaba proponiendo

Se acerco trémula y temerosa a la colonia de ellos
En sus brazos llevaba la matriz de sus palabras
A la distancia la avistó la reina de las carretas
No dejó que la puritana se acercara un paso más a su comarca
En medio del misterio le ofreció un puñado de selenio
Acogió en su maternal pecho los llantos de la pequeña
Pidiendo sin piedad a la madre bastarda que se alejara para siempre de ella

Así
Así comenzó la vida de Perla
Fruto de la usurpación de un virgo
Materia desechada por una matriz sin destino
Creció conociendo el origen de sus caderas
Renegando la maternidad
Haciendo afrenta a las felices parejas
No respetaba, ni respeta la lealtad
Es la bruja más perfecta
Desde su nacimiento hizo pacto con la oscuridad eterna

Aprendió a blandir el puñal
A bailar sobre la hoguera y las mesas del portal
A seducir por una de oro monedas
Mientras las manos decía descifrar
Era una jovenzuela muy indiscreta
No conoció a su madre
Y a su padre quería desgarrar frente a la hoguera

Esa es Perla
Nuestra gitana quimérica
Hija de un dios
El dios perverso
Hija de la musa de mis nostalgias
La madre bastarda
Quien la entregó a los gitanos
En una noche de luna nueva
Por unas cuantas dracmas
Se deshizo para siempre
Del fruto de su conciencia


Viento Serena
(Lala©2010)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Rivalidad entre una diosa y una gitana

Alcyone y Perla, la gitana



Lluvia tóxica y cósmica

Borbotoneante liquidez de las atmosféricas aguas

Sales aromáticas acarician mi ombligo

Avivando los balcones mustios

De mi olvidado amor arraigado



Flotando en una nube frágil de olas

Alcyone desciende con su dulce elixir de feromonas rojas

Alterando los pulmones de los felinos recalcitrantes

Ojos foráneos apuñalan su garganta

Metaforizando las garras que hacen nudos

En la cintura de la nostálgica diosa

Amarrando a su piel suave y tersa

Unos dedos que le aman pero le deliciosamente le queman



Acorazonado vientre viperino

Repleto de ciegas luciérnagas

Que braman cual ciervos en busca de agua

E n el noctambulo desierto

Gárgolas jadeantes hipnotizadas

Alucinadas por las feromonas enrojadas de Alcyone

Entonan un gregoriano que hace eco

Retumbando en las tumbas de Espartaco

Rasgando los velos que separan

Las constelaciones del universo



Sentada sobre una estela de plata

Perla puñal de esmeralda en mano

Por la nostálgica diosa esperaba

Los tropiezos cúbicos de sus destiempos

Desesperaban las ansias de la perversa gitana



Abrió un hueco en la palma izquierda

Sangrando sus hechizos y aromas de

Azúcar, miel y canela negra

Mirada de truenos y oscuros estruendos

Su alma enfurecida hasta la locura

Quería enfrentarse ante las pasiones fugaces

De la diosa y sus criaturas hombrunas



Sabía sin conocerla sabiéndola

Que Alcyone había puesto un precio

Por las manos de su amado poeta

Ella, cual perfecta gitana ajena

Había echado suerte en sus cartas

Había entrampado sus letras

Despojó de mil entuertos las gavetas de su carreta

Soltose su nocturna melena

Liberando los rizos de la tortura

Perfumó en gardenias sus pies

Avivó con vivo carbón su enlutada hoguera



Ahí, frente a frente

Mujer contra diosa

Diosa enraizada a la matriz de la mujer

Dispuestas al más cruento duelo

Por los dedos del poeta

Decidieron escucharse una a la otra

Dando oportunidad a lo sinceros versos

Fundiéndose en una por las líneas de su poema



Perla, reconociendo la supremacía de la nostalgia

Besó la fragancia que expedía su bata

Pidiéndole que comenzara a cantar sus palabras sagradas

Tejiendo sus conjuros con sus aromáticas gracias



Alcyone…

Desnudó su alma

Desgarró su bata

Se cubrió con las hojas de parra

Contó a la mortal sus angustias oscuras

Lloró lágrimas de rubíes

Al recordarse de su fugaz encuentro

Bañabase en el Delta,

Justo en la cuenca roja

El poeta se acercó sin mirarla

Estaba absorto

Flotaba en las sentencias de sus letras

Los suspiros de la mortal diosa naufragó

Aspirándola de continuo

Con un rayo de platino

En su pecho se escondió



Dejó su aroma impregnado en el alma

Sus feromonas le obsequiaron sin pudor

Al mezclarse unas con otras

Fresco olor a maderas y algas de mar

El mortal hombre desde ese encuentro

De su cuerpo de fuego exudó



Llanto de desgarramiento

Dolor profundo

Oscuro dolor de amor

Alcyone sus pulmones lloraba

Amaba y amaba

De amor se embriagaba en opio

Buscaba aplacar el odio del dolor de la pasión



La gitana…

Por unos instantes sintió compasión

Se levanto de la estela plateada

Un pañuelo con olor a violetas le ofreció

Enjugó las de Alcyone lágrimas

Entrenzó su cabellera endiosada

En la etérea frente un ósculo moro plasmó



Perla la invitó a la carreta

El collar a Alcyone, de perlas entregó

Le mostro el primer verso que le escribió

Le mostro el tatuaje de ensueños

Hasta un rizo en sangre le obsequió



A Alcyone la estrategia de la mortal le confundió

Segura estaba que en su amabilidad

Algo la hechicera bella tramaba

Aun así aceptó las ofrendas todas

Hasta vino de cerezas con la gitana fermentó



La tarde caía

El sol se acostaba

La luna danzaba

Las estrellan cantaban



Los gitanos encendieron la rueda

Cante jondo por todos lados se escuchaban

Era el tropiezo perfecto para el plan

Maléfico plan de la siniestra

La diosa alucinaba con los fogosos bailes

Y trucos del misterio de los moros



Sable en mano la gitana danzaba

Vestía de negro rojizo

Una perla negra pendía de su largo cuello

De sus caderas ocultas sacó unos polvos del destierro

Los sopló al viento

Conjugando unos versos enmudecidos y ciegos

Todo se paralizó a su alrededor

El fuego avivó en descontrol

Se acercó a su rival diosa

Con el sable al inmortal pecho señalaba



Su corazón palpitaba

Sus manos precisas

Temblaban como la brisa

Sus lumbreras se ahumaban

Una corriente eléctrica

Por su espalda tropezaba

No, no pudo

Sus vísceras la traicionaban

Decidio entonces a la diosa

De su hechizo liberarla



Nostalgia, Mi Nostalgia anhelada

Despertó del sueño oscuro

Entendió las intenciones del maldito conjuro

Sabía como ninguna otra

Madre de los dioses del amor olvidado Al contrario de la mortal

Decidió a la rival la vida perdonar

Antes de marcharse a su bóveda celestial

Unas palabras dispuso cantar



“Perla… Gitana bendita y ajena

Eres mujer muy bella

Muy bella mujer

Eres amante perpetua

No tengas miedo de mí

El me lleva en sus adentros

Cuando estés en sus manos

Solo siente el olor de su pecho

Madera fina

Es el olor de mis espinas

Lástima me das tú

Mujer maldita por mi vida

Solo existirás en los versos

En sus versos como la de los dioses homicida”



“Ay gitanilla triste y centrífuga

Quisiste quitarle a esta nostalgia la vida

Nunca pasarás de ser para el

Solo un sueno en sus misterios

Yo sin embargo

Con mi nostalgia y enrojadas feromonas

Lo embriago, lo poseo

Y como diosa inmortal

Eternamente lo inmortalizo y amo”



Fueron las últimas palabras sentenciadas

Por mi Nostalgia anhelada a la gitana

Se devolvió a la ola de nubes

Con una sonrisa pecadora

Centellas, estruendos y relámpagos

Circundaron de Perla la carreta

El sable en el suelo observaba quimérica

Sus entrañas retorcían la conciencia de la moral cautiva

Ríos inundaron la faz de la esclava de las letras

Con un canto jondo del pecho

A su alma en pena consoloba





Viento Serena









(Lala©2010)