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sábado, 8 de enero de 2011

Los designios de Perla


Los designios de Perla

Caminante de la vida implícita
Deambulas por las veredas explicitas
En la búsqueda de nuevas conquistas
Das pasos sin acobardarte ante los desengaños
Eres la hechicera seductora
Que has encadenado el alma de los apasionados noctámbulos
Los insomniados, artistas, bohemios y poetas
A los malditos designios de tus febriles caderas

Desde la concepción de tu bastarda esencia
Resultado de la amalgama de un dios bohemio
Maquiavélico y sin conciencia
Con las fragancias rosadas y plateadas
De Alcyone
La musa encaprichada con mis soledades aladas

Era una noche de luna llena
Y la musa de las quimeras inconclusas
Merodeaba por la laguna de la penumbra
Entre tibios velos
Semidesnuda
Zeus en su carruaje de fuego cabalgaba
Desde el cielo atisbó a la dueña de mis zozobras
Y de tan sólo verla adormecida entre la espesa niebla
Sintió un fuerte cisco en el pecho
Fuego gélido le hilvanó las células del cuerpo
Respondiendo a su instinto animal
Que le consumió con lujuriosos pensamientos
En sólo las fracciones de su insano deseo
Fraguó las ansias por poseer el virgo del ensueño

Sin pensarlo ni dubitar en el viento
Se apropió del himen de la demidiosa de mis oscuros versos
Le rasgó sin pudor el frágil y níveo velo
No importando ni un micronio el dolor de la gacela
Ni los desgarrantes gritos
Que la ninfa de la bruma lanzó al universo
En bandadas de perlas
Zeus en vil y descarado derramamiento
Vertió en la matriz de ella
La cimiente pérfida de una gitana perversa

Pasaron las lunas malditas
La joven mujer perdida y marchita
Odiaba lo que en su vientre crecía
Un hubo mantas, pañales
Ni bordadas blancas frisitas
No compuso una bella nana
Tampoco pintó unas nubes
En las paredes de la morada
Hubo un mar de angustiosas lágrimas
Una espera sin final
Una desgraciada fragancia

Al nacer la niña morena
Fue del pecho inmediatamente desterrada
Sus llantos copaban los silencios
Enloquecían de ira
A la raíz de sus injusticias
Una noche de luna nueva
La mala madre
Se escondió en la sombra de la pradera
A lo lejos escuchó los cantos de los hechiceros
De repente sintió un estruendo en el musculo de su seno
Eran designios lo que el universo le estaba proponiendo

Se acerco trémula y temerosa a la colonia de ellos
En sus brazos llevaba la matriz de sus palabras
A la distancia la avistó la reina de las carretas
No dejó que la puritana se acercara un paso más a su comarca
En medio del misterio le ofreció un puñado de selenio
Acogió en su maternal pecho los llantos de la pequeña
Pidiendo sin piedad a la madre bastarda que se alejara para siempre de ella

Así
Así comenzó la vida de Perla
Fruto de la usurpación de un virgo
Materia desechada por una matriz sin destino
Creció conociendo el origen de sus caderas
Renegando la maternidad
Haciendo afrenta a las felices parejas
No respetaba, ni respeta la lealtad
Es la bruja más perfecta
Desde su nacimiento hizo pacto con la oscuridad eterna

Aprendió a blandir el puñal
A bailar sobre la hoguera y las mesas del portal
A seducir por una de oro monedas
Mientras las manos decía descifrar
Era una jovenzuela muy indiscreta
No conoció a su madre
Y a su padre quería desgarrar frente a la hoguera

Esa es Perla
Nuestra gitana quimérica
Hija de un dios
El dios perverso
Hija de la musa de mis nostalgias
La madre bastarda
Quien la entregó a los gitanos
En una noche de luna nueva
Por unas cuantas dracmas
Se deshizo para siempre
Del fruto de su conciencia


Viento Serena
(Lala©2010)

lunes, 6 de diciembre de 2010

Es cuando entonces apareces, cuando pensaba que eras una lumbrera apagada



Las gaviotas inundaron mi mirada

Bandadas de ráfagas trajeron nuevos verbos

Los misterios metafóricos uno a uno

Todos están siendo descubiertos

Una caja pandoril está siendo saqueada

Mi musa anda toda alborotada

Escribe sus versos hasta sin palabras

Anda revuelta

Encantada

Desenfrenada
Sobre un peñón madre selvático
Espera por mí
Serena
Tranquilamente sentada

Fresco atisbo que arrobome la esencia
Al desplazarse con plácida vehemencia
Por los montículos conspicuos de mi clemencia
Suave caricia que perforó mi escasez
Sus lánguidos dedos devoran mi parecer
Ella sucumbe al pecho de mi anochecer
Trayendo en sus fragantes cabellos
Versos nuevos tiernos
Para adornar mi amanecer

Encantamiento desnudo
Ese que profesa en sus letras
Con rayos y centellas
Haciendo rizos a mi quimera
Toque sensual
Con aroma de auroras
Victimizando al Eros
Con sus manos lo hipnotiza
Mientras a Artemisa
Le quita el arco y la flecha
Y con sus voces de río acaudalado
Sin cuestionamientos la hechiza

No es mortal
Tampoco una diosa viperina
Pero en las noches de brisa fría
Por acunar a los infantes
Mi musa amada
Musa querida mía
Alimentando sus maternales pisadas
Se viste de nodriza campesina

Escribe versos en vertical
Su perpendicularidad dramatiza
Vesta levanta en su nombre un altar
Ante ella humildemente se arrodilla
Mientras Minerva
Le entrega sus maternales artes
Envueltos en una estola de estopilla cristalina

Sentada en su roca musgosa
Ataviada de velos blancos
Ensimismada entre las alondras
Existencia mía es la que la atolondra
Sin embargo sonríe con sus manos
Devolviéndole los suspiros
A mi alma color de rosa
Acaudalando mis cantos
Con su esencia misteriosa



Viento Serena


(Lala©2010)