lunes, 9 de septiembre de 2013

Sonata de la vendetta

Sonata de la vendetta 

Me buscas en las notas más oscuras esta tarde en la que los cuervos cantan
en el puntilleo más idílico que hace gorjear la sangre del alma de tu cello 
buscas mi mirada fija ya en las nubes grises que me sirven de sotana 
al componer magistralmente esa fatídica sonata 

Anoche en la cama me jurabas amor eterno 
al abrir tus venas y hacer que bebiera del fuego de tu cuerpo
hiciste que gimiera como nunca antes lo hice en algún otro lecho
sabiendo muy adentro que este sería el último de nuestros encuentros 

Así pasamos toda la noche
entre los juegos de pasión, el dolor, el amor y el respiro para comenzar de nuevo 
pude ver en tus ojos esa mirada que nunca antes me diste
esa que toda mujer espera de su amante 
ese que decide por fin quedarse para jamás irse de nuevo 

"¿Me amas?"- preguntaste como chiquillo de colegio
Más yo evitando tu mirada te llevé a mi pecho y contesté sin dos veces pensarlo
"¡Claro que te amo! ¿No lo sientes aquí entre mis dos senos?"
Reíste como un chico de colegio y yo...
volví a esconder tu rostro en mi contrariado pecho

Y seguimos amándonos sin cesar toda la noche
besando, como nunca antes hicimos
acariciando, donde nunca antes lo hicimos 
penetrando, hasta donde nunca jamás lo hicimos 
amándonos, como hasta que llegó la fuerza del destino

Se abrió la puerta del cuarto y de un solo balazo en mi espalda
caí sobre tu cuerpo ensangrentado por el mío
Los gritos de las vecinas de la cuadra
los perros ladrando por el bullicio
los guardas llegaron y quisieron retirar mi cuerpo 
más tu seguirás besándome
como nunca más lo hiciste
como nunca jamás podrás besarme con tanto delirio 

Esta tarde es mi entierro
las gitanas me han puesto el mejor de los vestidos 
me han arreglado como para una fiesta
todos en el pueblo han venido 
y por no faltar alguien 
hasta el párroco que se persignaba al verme pasar por la iglesia
vino esta mañana a asperjar mi cuerpo con las aguas santas esas 
y él, quien a tracción me quitó la vida mientras te amaba
el cobarde que mató la primera vez que me sentí coronada al alba 
sigue sentado en su carreta fumando su asqueroso cigarro

Y tu, ángel de mis tinieblas
aún me buscas en las notas más oscuras de tu sonata 
los cuervos te hacen coro 
mientras alrededor danzan las gárgolas 
y has jurado en sangre sobre la tierra que nos sirvió mil veces de lecho
que mi mirada fija en el cielo que me sirve esta tarde de sotana
verá la vendetta antes de que mi alma encuentre la luz blanca 

Viento Serena
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