domingo, 22 de abril de 2012

mi reina defendió con su vida las costas de mi nostalgia inquieta

Alfil camelo

Fraudulento y usurpador sentir que trataste de engañar las corrientes de mi fluir
queriendo robar la savia altiva de mi quimera
para fragmentar la corriente vívida de mi poema
hoy escupí tu rostro nauseabundo sin temor alguno al mirarme en el espejo y verme intacta en misma hilvanada
sin tapujos ni mirada altanera
ni dobleces en mi vida clandestina

Triste es esa condena que llevas en la joroba encadenada
esa que pesa mas que los pesares de tu inconsistente conciencia
la que aunque no vende su cuerpo prostituye mucho mas que su esencia
apestando mas que la cloaca de tu alma fermentada en la niebla

Hoy vuelvo a mirarme en la liviandad de tu falsa mirada
vuelvo a escrutar las vísceras muertas que esconden la veracidad de tus palabras
regreso a tu guarida en busca de un latir que se no hallaré pues vives en la mortandad de una hipocresía lasciva
en el coagular de las mentiras que le dan vértices a las serpientes que en tu caminar tu sombra inicua con sus lenguas sucias aniquilan

Sin temor ninguno mi reflejo sigue de pie frente al antiguo espejo
intacta y sin tapujos
desnuda y entre mis brisas hilvanada
sin un rastro de altanería en mi mirada
escupo en la cara de tu conciencia claudicada
pues aunque trataste de usurpar mis sentires para destruir el vaivén de mis líneas con tus inmundos alfiles
mi reina defendió con su vida las costas de mi nostalgia inquieta
entregando en mis manos la sangre de la musa que vivirá por siempre en las letras mustias de este poema


Viento Serena
(Lala©2012)

14 de abril de 2012

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