domingo, 5 de diciembre de 2010

Central azucarera

Central azucarera



Cosquillas cañaverélas

Unos dedos alados recorren mi ahuecado vientre

Abriendo surcos en mi febril cañaveral

Arrancando las guajanas plateadas con los dientes

Risas estertores inundan nuestros aires calientes

Lenguas que se funden en saliva de melaza

Echándole a la hoguera más brasas

Machete en mano mi hombre valiente

Va talando mi cañaveral

Trasmutando mi sudor salado

En dulce azúcar morena

Rodando su bagazo por mis piernas



En la central…

Allá donde el pitirre canta

Arrobado por las nubes prosadas

El calor no se hace esperar

Destilaban los líquidos muertos

Por las calderas del sol

Mezcla de espíritus siniestros

Volcándose en los entuertos del silencio

Logrando el mejor elixir para nuestro sexo

Para encender nuestro amor

Ron, ron de tierra adentro

Dulce, caliente y estruendo

Ron que enciende el corazón



Viértelo en mi vientre

Viértelo en mis recovecos

Úsame como cáliz

Bebe de mi cuerpo

Trágate mis delirios

Embriágate de mis tormentos



Camino regodeándome por las veredas

Surcando el cañaveral en plena primavera

Pedazo de caña en mi boca

Muerdo, absorbo, chupo y muerdo

Su sabia endulzada por los humores del cuerpo

Va refrescando mi garganta

Mientras me quemo por dentro



El viento aprisiona mi pensamiento

Juega con los cascabeles que llevo en mi pie derecho

Campanitas que adornan sus pasiones sordas

Invitándole sin pudor a que me embriague con su ron

A que me agarre por la cintura

Y me amarre a su cuerpo con su cinturón



Parada frente a la mar, a la orilla

Los macheteros del cañaveral me espían

Se preguntan con curiosa duda

“¿Que le sucede a esta mujer

Que pareciese que vuela entre las espigas?”

No entienden el martirio que vivo

No comprenden mis designios florecidos

Espero en los instantes de mi tiempo

Que regrese por mí, a mi lecho

Mi hombre

Mi poeta

Mi machetero vestido de negro



Subo en la marea a la colina derecha

No hay manera

No existe manera

Que él se pierda en las veredas

Conoce mis orillas

Me muerde las rodillas

Me sabe de la miel

La vida infinita

Me absorbe hasta la hiel



Ya le veo bajar por la colina

Machete en mano izquierda

Botella de agua ardiente

En su derecha

Esta noche se pinta de rojo la guarida

Hoy beberemos del fruto del fuego hielo

En la cama me hará bagazo

Con su cuerpo

Me hará trizas



Pasiones cañaverélas

Recorriendo mis valles y mis fronteras

Mi poeta machetero regresa de la zafra

Prometiéndome amores tibios

Amores de azúcar y negra melaza

Acariciándome los arcos divinos con su lengua

Desbordándose en pleno en mis rosados huecos

Haciendo en mi matriz ron de veneno



Y las olas me queman el alma

Como sus dedos me atrapan en sus sabanas

Acaricia mis pieles azucaradas

Estrellas de mar se posan en mis caderas

Y juega con mis trenzas en la arena



Cabalgando en equinoccios vespertinos

Dejando fluir nuestros jugos alisios

Mezclando su sudor con mis quimeras

Apacentando sus manos con mis piernas



El ir y venir de nuestro oleaje caribeño

Despierta entre nosotros olores isleños

Olores a zafra y azúcar morena

Cañaveral en la costa

Amores de sombra y zozobra



La mar, la arena, la costa

La caña, la guajana, la zafra

El ron, el aguardiente, mi melaza

Nos llevan por las verdes riberas

Nos arrastran a las quimeras

Devolviéndole a nuestras vidas

Un cañaveral de pasiones verdecías











Viento Serena















(Lala©2010)

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