domingo, 5 de diciembre de 2010

Sepulcro

Sepulcro

Seré pues capaz de lapidar
Capaz de guillotinar
Tal cual verdugo inquisitivo
Cuando crea que mi verdad
Es mas verdadera que la real

Seré inclemente con la clemencia
Inmisericorde con la justicia
Vendaré mis ojos a la injusticia
Mientras el llanto por el abandono
Tortura, tritura y asesina

Me convertiré en juez sin juzgado
En abogado sin estrado
En la conciencia muda y ciega
De la inconciencia muerta

¿Quien entonces me creo
Para pasar algún juicio
Dictar sentencia
Sin conocer las coincidencias?
Nadie, nada, ningún
Eso soy

Soy solo un sepulcro
Donde yacen unos huesos
Huesos corroídos por gusanos
Huesos putrefactos
Por los rumores del pasado

Un sepulcro donde descansa
Un cuerpo plagado en llagas
Subterfugios del desecho
Que a la vez se desplazan
Entre las columnas del infierno

Sepulcro sucio
Enajenado y muerto
Uno que ha sido escondite
De los dolores de mi vida

Mas eso prefiero
Ser uno de esos
Ha estar blanqueada por fuera
Y llevar lombrices en mi barriga

Prefiero ser señalada
Lapidada, humillada
Ser despedazada
Latigada, desmembrada
A ser una hipócrita bendita

Ser una Magdalena redimida
Una Rahab, prostituta escogida
Una Ruth, sumisa y sometida
Una Betsabe, adultera pero bendecida
Ser una mujer genuina y sincera
Que a su Dios le ofrenda toda su vida

Hoy
De frente a los fariseos
Esos que tiran piedras al cielo
Sabiendo que es de cristal su techo
Les miro a los ojos
Con amor, dolor
Pero sin miedo
¿Quien es el justo?
¿Quien el benigno?
¿Quien el misericorde?
¿Quien el bendito?

Pestilentes son sus costumbres
Esas que atropellan sin pensar
Hasta la sangre de sus propios hijos
Creyendose mas fuertes que Goliat
Mas ungidos que el Ungido
Aparentando por aparentar
Queriendo esconder
Sus mas inmundos desperdicios

Heme aquí
Nuevamente desnuda ante el festín
Cual la adultera entrampada
Pues solo a ella enjuiciaron sin pensar
Que para adulterar a un hombre necesitaba
Pero al cobarde liberaron sin razón ni condición
Para probar el control de mi Señor

Ante ustedes
Las piedras están
Todos observan
Desean verme lapidar
Pero el mismo Rabino de aquel tropiezo
Se encuentra ante mi
Mi cubre el cuerpo con su perdón
Mis pieles limpia con su amor
Mi alma redime sin condición

No profiere palabra alguna
Pues todos conocen la cuestión
Será mejor que lo ponderen
Seria muy buena la opción
Pues el Maestro se ha sentado
Como único Juez y Señor

Sepulcros blanqueados
Fariseos hipnotizados
Saduceos idiotizados
Espías computarizados
Todos son uno mismo
Una zarta de hipócritas consumidos
Que dicen ser sabios
Pero son solo
Pirañas del averno
Los dedos del enemigo
Pues gustan de señalar
Ignorando el sucio de su ombligo

Desconocen la verdad real
La que nos hace libres al adorar
Conocen solo de oído
Pues Su rostro nunca han visto
Pueden recitar los versos
Como lo hace el enemigo
Pero no se han sumergido nunca
En el amor, perdón y olvido

Triste, cabizbaja, apesadumbrada
En pedacitos esta mi alma
Duele el saber que aun
Cuando en la cruz por mi murió
Mis hermanos de carne y sangre
se levanten
Para subestimar mi redención
Tomando el trono que no corresponde
Pues le pertenece al Rey de los dioses

Mas una cosa tengo muy presente
Al que mucho se le perdona
Ama mucho y no conoce de rencores
Y yo como a ella
La Magdalena
Mucho me ha perdonado
El Príncipe de los albores
Por lo que finiquito versando
Yo ustedes los amo
Sepulcros blanqueados
No importandome los rumores



(Lala©2010)

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