domingo, 5 de diciembre de 2010

Cuando huelo la piel de tu carne

Fragancia bruja



Embriágame de la fragancia de tus garras

Consume los pétalos de mis entrañas

Deshilacha la madeja de figuras perpetuas

Mezcla tus olores de hombre con los sudores de mi sexo

Absorbe los ecos huecos de mi hueco

Rocía en mi vientre el ámbar amargo de tus dientes



El aroma a carne de tus axilas me embruja

Mientras mis piernas se enredan a tus caderas

Dejando una estela de acacias aromáticas

Entre ese mundo de silencios muertos de nuestra alada cama



Sudores estertores inundan los precipicios del deseo

Embriagante perfume de los amantes, nosotros

Eterniza el espacio libidinal de las áureas boreales

Impacto químico que afecta mi físico

Cuando el éter de nuestros cuerpos trémulos

Queda flotando en el espacio de nuestros misterios



Alquímico brujo de las fragancias desérticas

Embadurnas en mis carnes la salvia de tus quimeras

Dejando el rastro amanecido de tus bondades

Empalmado sobre mis vísceras olorosas de crueles maldades

Oliendo con mi boca entre tus fuertes torres territoriales

Aprisionando con mis dedos los olores de tus muertes

Limítrofes de placeres mundanales

Con sabor a olíbano y hedor a especias frescas

Algas marinas y angustias divinas



Líquidos espiritosos recorren por las calles de mis bacanales

Humos a yagrumo y pestes de aromas infernales

Cuando nuestros cuerpos se enredan en las esferas siderales

El aroma de la música perfecta

De nuestra orquestada sirena

Capta en botellas de cristal soplado

La mezcla dantesca de nuestras pasiones etéreas



Huelo, huelo la madeja de tu miembro erecto

Mientras saboreo el elixir amargo

De tus sueños líquidos y añejos

Olor a tus cavidades septentrionales

Sabor a vino rancio en las huertas de los mortales

Quemaste mi nariz con el perfume de tus altares

Empapaste mis rizos con el brandy de tus maldades



Fragancia que me embruja la bruja que llevo por dentro

Cuando sin pudor alguno

Con mi lengua tu piel rastreo

No hay perfume de camelias que me arrastre por las piernas

Como el aroma de tu carne

Cuando me haces tuya y me estrangulas

Me abres la matriz con tu poderosa hiedra



Embriagada y temblorosa entre las mantas

Luego de atrapar con mi garganta

Tu perfume a hombre en celo

Abres el frasco de mi vientre con tus dedos

Y absorbes con tu lengua

El perfume brujo de mi amargo sexo









Viento Serena

















(Lala©2010)

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