domingo, 5 de diciembre de 2010

Me estas permutando los sigilos

Trocando sigilos



Recorriendo lo recorrido

Travesías nuevas

Diferentes caminos

Una nueva savia

Un deseo vehemente

Un final perpetuo a las atroces despedidas



Comienzo a cifrar nuestros versos

Poemas de calores simultáneos

Eres el intendente de mi substancia

La estilográfica con la que subrayo

El rimador de mi matiz desertado



Suprímeme los pretéritos paupérrimos

Forja en mi cuaderno pendientes radiales

Escribe en mi céfiro con tus rubíes y esmeraldas

Leyendas, mitos, poemas sin letras

Cuentos y canciones llenos de metáforas con olor a tierra

Asíndeton y símiles libres para nuestra Patria

Desafía con tu terciado los ciclopes de mis laderas

Defiéndeme de los ignominiosos dioses inmorales

Vincúlame a de tus fundamentos las uñas

Encadéname soberana en tus grutas



Agrietas las paredes de tu conciencia

Liberando la esterlina de tu identidad

Esa que muda gritaba hasta la insensatez

Escondiéndose bajo el rojo magma

Temiéndole a la inmisericorde prudencia

Prudencia que apuñalaba la esperanza

Esperanza que se aferraba de los dientes

Del sepulcro frio de la hiedra

Flotando en la espalda inestable

De la maldita leyenda muerta y ajena



Descienden estalactitas carmelinas

Rasgando el nirvana abierto de tu beso

Lengua que despierta mi caverna

Dientes que se esfuman en mi pradera

Ojos corridos en el descuido

Buscando donde posar sus lumbreras ciegas

Gemidos, zarpazos, alaridos

Mudos en el espesor de unos muslos divididos



Zeus, Morfeo, Poseidón, Hades

Todos ellos y también los demás…

Te temen y odian en mutismo presumido

Eres mucho más que ellos en mis sabanas

Eres un dios inmortalizado en mis médulas

Ese mismo que por mis cenagales me rasgas

Abriendo surcos de efusión con tus dedos y sanguinaria lengua



Me truecas los sigilos en notas de invierno

Trenzando en mis pieles las sonatas perfectas

Pentagrama esterlino donde compones oberturas siniestras

Corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas centrifugas

Hacen de mis euforias oscuras y rojas

La más completa de tus coloridas zarzuelas



Permútame las heridas que los falcones abrieron en mi barriga

Permite que tus manos quemen los bacilos

Que me pudren el glacial infierno de mi vientre vació

Repone el anís de mis extractos a tus labios

Embriagando de estupor tu cuerpo

Dejándome que trague de tu existencia

Tus brebajes santificados

Y tu hermosa decencia



Cámbiame los inertes silencios

Trúcame los extintos sigilos

Los malditos Arcanos del universo podrido

Lacayo de mis sueños y anhelos fructíferos

Armoniza mis nocturnas

Concilia tus versos con los mios







Viento Serena





(Lala©2010)

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